Nos pareció interesante este trozo de un artículo publicado en un periódico Boliviano llamado “El Deber” en el año 2006 (http://www.eldeber.com.bo/2006/20061029/opinion_3.html), que dice textualmente: “La miniaturización del Estado transforma un gran Estado en innumerables mini estados egoístas, preocupados de lo suyo y ajenos a lo que sucede en su entorno”. Esto podemos llevarlo al presente, a nuestro entorno y a nuestra realidad.
Y es que hablar de miniaturización del estado no es mas que sinónimo de egoísmo, egoísmo que nos invade a todos y cada uno de los que nos consideramos ciudadanos de este país y en caso particular de nuestra región, egoísmo que encontramos en el día a día de nuestras vidas y de nuestro ejercicio como ciudadanos, desde el momento en que nos embarcamos en nuestros vehículos, sea para dirigirnos al trabajo, la universidad u algún otro destino en el marco de nuestras responsabilidades diarias, vemos este gran estado con este gran potencial (nosotros mismos) claudicar ante ese sentimiento tan bajo, y que nos atrevemos hasta decir bochornoso, y llegar a lo tercermundista; desde ir por la calle y lanzar la basura por la ventana de nuestros automóviles, no ceder el paso tanto vehicular como peatonal, hasta no importarnos la realidad socio-económica de nuestra región, nos aislamos tanto de nuestros deberes como ciudadanos que simplemente vemos, por ejemplo, una marcha de trabajadores de nuestras empresas básicas, una concentración o simplemente una protesta de cualquier índole, reclamando algo justo y en beneficio de todos los que habitamos este hermoso país y esta grandiosa región donde residimos y solo miramos con desdén estos acontecimientos, y atreviéndonos a decir quizás, a criticar e insultar lo que estamos presenciando en ese momento. Es que no solo la miniaturización del estado pasa a un nivel macro (del gobierno hacia nuestro país), sino, que también esta presente, nos infecta y nos enferma como anteriormente se dijo, a todos y cada uno de nosotros, porque EL ESTADO, como tal, no es solo “gobernantes”, “ministros” o una “asamblea”; nuestro estado, está en promedio a unos 1.75 metros por encima de nuestros pies y no es mas que nuestro pensamiento, nuestra cultura (que escasea como los artículos de primera necesidad en estos tiempos), nuestros deberes como ciudadanos de este país. Cada uno de nosotros estamos inmersos en un mini estado de excepción, no nos importa nada fuera de nuestras fronteras y de lo que nosotros “pensamos y creemos” que no nos puede afectar, sin detenernos a meditar y caer en cuenta, que cada una de las cosas que hacemos y que no hacemos tienen consecuencias, que lógicamente nos afecta como estado, como región, como país y como persona.
Y es que hacernos “los locos” (coloquialmente hablando), es algo muy particular de nosotros los venezolanos, y en especial del gobierno que nos precede; y es justamente de hacernos los locos es que trata todo esto, porque todos sabemos la problemática que existe desde hace algunos años en nuestras empresas básicas y que hundirá la economía de la región y causará un efecto domino tanto aquí como en el resto país, causando una hecatombe económica jamás vista; pero claro, hasta hace unos días el ministro del MIBAM en cadena nacional, dijo: que todo a nivel socio-económico en la región estaba EXCELENTE y que el control obrero era total y contundente, que los trabajadores no estaban pidiendo aumento de sueldo, que solo querían recuperar las empresas básicas de manos de los oligarcas y las transnacionales, cuando desde hace alrededor de 20 días estaba prácticamente parada la empresa ALCASA, porque sus trabajadores estaban pidiendo aumento de sueldo y la discusión de un nuevo contrato colectivo, además de todos los problemas económicos y de inversión que tiene la misma y todas las empresas básicas de nuestra región; y esto es solo un abrebocas de todos esos mini estados de consciencia que existen y que simplemente no les importa acabar con una región industrializada y eje impulsor de la economía del país, por el solo hecho de “defender” un ideal político que sobrepasa las fronteras de lo estéril, y esto es a lo que se le llama miniaturización del estado, de cultura, de inteligencia y de educación. Josmar Salazar
Rico Hecmar
Ramón Ascanio
Sección T1 Ciudadanía y Poder
