jueves, 24 de marzo de 2011

LA SEGURIDAD COMO POLITICA PÚBLICA Y SU EXPERIENCIA EN CIUDAD GUAYANA.

El Estado no es más que una comunidad o corporación de servicios públicos cuyos agentes son los gobernantes. Por lo tanto, es de entender que las funciones del Estado son todas aquellas actividades que los gobernantes ejercen para crear, organizar y asegurar el funcionamiento ininterrumpido de los servicios públicos.           
La seguridad ciudadana está vinculada a valores sociales de respeto a la vida, la integridad física y patrimonio de los otros, como con el libre ejercicio de las libertades económicas, políticas y sociales necesarias para el adecuado y normal funcionamiento de las comunidades, en ciudad Guayana este tipo de políticas se ha visto altamente afectada de diversas formas entre las cuales destaca la falta de investigación por parte de los entes gubernamentales y regionales.
En nuestra región hemos sido objeto de pruebas piloto de seguridad nacional como el dispositivo bicentenario de seguridad (DIBISE), también se espera para este año la activación de la policía nacional, no obstante las medidas ya implantadas han dejado mucho que desear, ya que las estadísticas regionales arrojan saldos negativos ya que según cifras de diversas organizaciones no gubernamentales internacionales Venezuela se sitúa entre los países más violentos del mundo teniendo más muertes en un año que las bajas civiles de naciones en guerra como irak o afganistan. No solo caracas está entre las regiones más violentas, en nuestra región de Guayana tenemos una media de 60 homicidios  por cada 100mil habitantes lo cual supera muchas de las ciudades más violentas a nivel mundial.
Según estadísticas del gobierno en nuestra región se ha disminuido en 17% la inseguridad como resultado de los dispositivos de seguridad implantados, no obstante en los ciudadanos existen diversas preocupaciones entre las cuales destaca la impunidad, situación que ha sembrado una especie de “neurosis social” esta preocupación ha permitido desarrollar en la población una suerte de “neurosis a la inseguridad”, según señalan el sociólogo Francisco Rodríguez y la médico epidemiólogo, Mirna Marcano, ambos docentes del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Oriente, núcleo Bolívar (UDO Bolívar). Este miedo desarrollado por la región viene dado ya que más del 75% de los delitos que se cometen quedan impunes, creando el miedo en la ciudadanía. Aunque se han implantados leyes como la ley desarme específicamente, no parece haber surtido efectos positivos ya que prevalece la violencia en las calles de nuestra región
Desde hace varios años, Guayana está atravesando un período de delincuencia creciente (agresiones a mano armada de comercios y domicilios, tiroteos entre delincuentes y fuerzas del orden público) a la que está expuesto todo el mundo. La violencia y delincuencia en contextos urbanos constituyen una seria amenaza para la seguridad y la convivencia guayanesas. Además de los índices de violencia que implica el conflicto armado y el narcotráfico, la violencia urbana y sus diversas manifestaciones han emergido como una grave problemática en las ciudades del país, instalándose en el centro de la agenda pública local. Guayana como  ciudad del país en virtud de su desarrollo económico y número de habitantes, donde el significativo incremento en sus índices de violencia llevó a que el tema de la seguridad dejara el común tratamiento marginal y fragmentado para convertirse en una problemática prioritaria para las autoridades, razón por la que ambas ciudades han sido escenario de la formulación y ejecución de políticas públicas en materia de seguridad basadas en concepciones amplias de la misma, es decir, con medidas y estrategias provenientes de la perspectiva de la seguridad ciudadana, que han arrojado resultados satisfactorios. Uno de los  puntos mencionados con respecto a la seguridad  se puede decir que las instituciones policiales no se pueden confiar ya q no realizan su trabajo correctamente, viviendo de corrupción siempre buscando su propia  conveniencia y no el bienestar de la nación. Asimismo hay discriminación a la hora de la investigación  del caso criminal, como por ejemplo el caso del padre la sagrada familia comparada con cualquier caso denominado por la prensa como ajuste de cuentas donde quedan impunes. Por lo tanto No hay seguridad en la casa,  ni en el trabajo, ni en las propias clínicas, entonces el  deber de los entes gubernamentales es mejorar y  resguardar  la seguridad de la comunidad. La revisión anterior permite concluir  que la represión a la violencia es importante, pero es un abordaje puntual que no incide sobre los factores generadores de  la inseguridad. Las instituciones policiales no pueden, solas, encargarse de la seguridad pública. También  incide la educación en el hogar y falta de principios. Como medidas  de seguridad, auto impuesto como: evitar pasear solo por la noche y por algunos barrios. También  se recomienda no desplazarse con grandes sumas de dinero, joyas de valor o documentos de viaje. Y ejecución de políticas públicas en materia de seguridad basadas en concepciones amplias de la misma, es decir, con medidas y estrategias provenientes de la perspectiva de la seguridad ciudadana, que han arrojado resultados satisfactorios. .
En Guayana las medidas publicas implantadas por el gobierno no han dado resultados eficientes, esto es más que evidente ya que existe en nuestra población una enorme desigualdad a la hora de aplicar la ley, para nadie es un secreto la corrupción en nuestros entes públicos, corrupción que ha aportado significativamente a que la impunidad en materia delictiva aumente. En ocasiones pareciera que estuviéramos habitando una región sin ley, en promedio cada 3 horas es robado un vehículo en nuestra región de las cuales solo se recupera el 50%  la otra parte termina siendo desvalijada en terrenos baldíos o sacados de nuestra región, ahora como se explica esto porque se sabe que al suscitarse una perdida vehicular se le informa a todos los entes judiciales para que estén al tanto y pendientes de vehículos que presenten características similares. No hay que olvidar que en nuestra región destacan los sindicatos, en este ámbito ha sido enorme la cantidad de crímenes que se han cometido, crímenes que en 90%  no se han resueltos  ni se resolverán ya que nuestros cuerpos judiciales no cuentan con la tecnología ni el personal especializado para ejercer investigaciones claras precisas y concisas para la obtención de culpables y aplicar el peso de nuestras leyes.
Para finalizar Cabe recordar que muchas medidas podrán ser desarrolladas e implantadas en nuestra región, pero para mejorar nuestra sociedad es necesario el aporte no solo gubernamental en materia medidas más efectivas de seguridad, medidas económicas, la dotación de becas en la educación inicial y superior. Todos estos aportes deberán ir acompañados  con la transformación radical de nuestras conciencias, de nuestras conductas, de los valores, de la familia como primer elemento de socialización , la escuela, los barrios, las comunidades, y por supuesto las instancias formales: La policía, los tribunales, el sistema de justicia penal, el Ministerio Público.
VENEZUELA DEL SIGLO XXI-SECCION M1                       
 Lily Chang/Crismary Pereira/Laury Martinez


Si la justicia existe, tiene que ser para todos; nadie puede quedar excluido, de lo contrario ya no sería justicia.
Paúl Auster (1947) Novelista y poeta estadounidense.

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